Prepárate para el control y evaluación de la estrategia de tu empresa

El control y evaluación de la estrategia es una de las gestiones finales en cualquier proceso de planeación. Se trata de un proceso de verificación de pasos y resultados que permite medir el progreso o desarrollo de un negocio. Todas las compañías están en el deber de analizar, revisar y cuantificar el desempeño y las consecuencias de los diseños de planificación que se llevan en la organización.
Una estrategia es un conjunto de acciones que se planifican de forma tal que la realización de cada una de ellas, en un orden determinado, lleve a resultados esperados. Estas sirven para guiar a las empresas a lo largo del tiempo en pro de objetivos específicos. Estos generalmente relacionados con el crecimiento, desarrollo y la rentabilidad. Sin embargo, también existe la creación de estrategias más localizadas. Estas se aplican en secciones específicas de una organización o que están pensadas para conseguir resultados a corto plazo. Sin importar la finalidad u orientación de la planificación, siempre se va a necesitar el control y evaluación de la estrategia.
Ahora, en esta oportunidad nos gustaría centrarnos en discutir cómo se da el proceso de control y evaluación de la estrategia pensada para el funcionamiento de toda una empresa. También llamada planeación estratégica. Conocida como el diseño del modelo de negocio y propósito de la compañía. Este sirve para guiar las acciones que van a ayudar a cumplir con la misión y la visión de la organización.
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La planificación estratégica se concibe como un plan de acciones a largo plazo. Pero eso no implica que no se pueda ir realizando una verificación a medida se va avanzando en el tiempo. Pasemos ahora a conocer con detalle el control y evaluación de la estrategia.
Control y evaluación de la estrategia: hacia una definición
El control y evaluación de la estrategia consiste en medir el impacto que han tenido las acciones planificadas. Este proceso sirve a la empresa para conocer y analizar si la planificación propuesta está realmente dirigiendo a la organización en la dirección correcta. Así como la planeación de la estrategia es un proceso holístico, su control y evaluación también lo es. Eso quiere decir que toma en cuenta datos cuantitativos y cualitativos para conocer y comprender el alcance de las acciones, su valor (positivo o negativo) y darles una interpretación adecuada.
Además, contempla dos fases importantes: la supervisión y luego el estudio de los resultados. Controlar una estrategia implica verificar que se estén llevando a cabo las acciones planificadas, que se cumpla con lo pautado. De esa manera se podrán luego medir los resultados a la luz de datos relevantes. Es lógico pensar que, si no llevamos a cabo de forma metódica los pasos ordenados por la planeación estratégica, no podremos luego saber si el diseño funciona o no. Por ello, es muy importante que desde la gerencia o directiva se explique e indique la importancia de cumplir a cabalidad con lo pactado previamente.
Por su parte, la evaluación de la estrategia nos otorga un panorama claro de lo que sucede con la empresa. Nos dice qué es lo que está ocurriendo con la organización y hacia dónde se dirige. Asimismo, permite llevar a cabo acciones correctivas en el caso de ser necesario. Se podría decir que la fase del control se orienta más hacia la acción inmediata gracias a la supervisión; mientras la evaluación sirve para recabar información, para luego planear acciones que mejoren el futuro de la compañía.
¿Cuál es la finalidad de este proceso?
El control y evaluación de la estrategia es un paso igual de importante que la planeación misma. Si consideramos que la planeación es el proceso que permite guiar, entonces su control y evaluación nos dice si nos dirigimos al éxito o al fracaso. Que las empresas tengan un futuro prometedor depende directamente de las acciones que se hayan planificado para tal fin. Por lo tanto, es fundamental saber si se tomaron las decisiones correctas, si ambiente empresarial ha cambiado de tal manera que ya la estrategia no se ajusta a la realidad. De igual forma, comprender si se va por buen camino y existe la posibilidad de aprovechar más y nuevas oportunidades.
Tanto el control como la evaluación le harán saber a la gerencia las acciones correctivas que se deben tomar a fin de retomar o seguir por el rumbo correcto. Otra de sus finalidades primordiales es dar a conocer el conjunto de acciones correctivas que se deben comenzar a ejecutar por el bien de la organización.
Igualmente, controlar y evaluar una estrategia es crear a su vez una especie de modelo de medición del desempeño de una empresa. Todos los negocios que pretendan permanecer realmente activos en el mercado deben mejorar constantemente su competitividad. Debido al creciente dinamismo de los mercados actuales, las empresas han visto como han cambiado de forma drástica los procesos operativos y la demanda. Ahora más que nunca la competencia es cada vez más dura para los negocios. Los diferenciales y ventajas no son permanentes. Por ello, las organizaciones necesitan estar en permanente evaluación interna y del entorno, a fin de estar a la par con los cambios.
Características del control y la evaluación
El control y la evaluación le dan a la organización el análisis y reflexión de un panorama de acciones en un lapso de tiempo. Además, da conocimiento sobre puntos clave de la ejecución de la planeación estratégica que pudiesen servir como referencias de progreso, en diferentes etapas.
Dispone a la organización y a todo el equipo de trabajo a llevar a cabo de forma inmediata acciones correctivas para mejorar el desempeño de la empresa. Asimismo, justifica los cambios con base a un análisis previo, cuidadoso y metódico de resultados.
El control ayuda a la organización a no desviarse significativamente de los parámetros establecidos por la planeación. Sin embargo, si llegase a suceder una desviación de objetivos, entonces la evaluación sirve para retomar el rumbo.
Es un aliciente para renovar los planes estratégicos, modelos de negocio y cursos de acción. Impulsa la toma de decisiones acertadas en beneficio de la empresa.
Establece comparaciones del desempeño del negocio por períodos de tiempo. Esto a su vez otorga conocimiento sobre la eficacia de terminadas acciones durante diferentes momentos. Del mismo modo, están los análisis comparativos con la competencia. Todo esto va mostrando los cambios en el ambiente de negocios y cómo se ha desempeñado la empresa en diversas fases o etapas.
¿Qué se debe evaluar?
Ahora que ya sabemos cuál es la definición y las características del control y evaluación de la estrategia podemos pasar a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que se debe evaluar?
En este punto entramos en las consideraciones cuantitativas y cualitativas. Ambos enfoques son importantes para tener una imagen global de todo el sistema de la empresa. El enfoque cuantitativo nos permitirá medir datos numéricos y entender los resultados a la luz de la inversión y los pronósticos de crecimiento. Por su parte, el enfoque cualitativo nos servirá para ir a profundidad, más allá de los números. Entender causas y consecuencias e interpretación de situaciones.
La parte numérica de los resultados se mide a partir de indicadores (KPIs) que una empresa asuma para evaluar sus operaciones y acciones. Estos pueden ser de muy variada índole y naturaleza. Se establecen de acuerdo con los objetivos y prioridades de las empresas y se modifican con cierta frecuencia.
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Vamos a detenernos en el control y la evaluación con enfoque cualitativo. Este nos servirá para conocer la efectividad de la estrategia y las secciones de nuestra empresa que necesitan acciones correctivas.
Desempeño interno
Este criterio de evaluación y control nos dice si la estrategia se corresponde con la estructura y organización interna de la empresa. Esto supone entender la responsabilidad de cada una de las secciones o departamentos en la ejecución de la planeación estratégica. También, cómo está funcionando la operatividad y la producción. El criterio del desempeño interno se relaciona con la disposición de los recursos: humanos, técnicos y financieros. De igual forma, se evalúa el nivel de satisfacción de los colaboradores.
Todo esto demuestra que el crecimiento y éxito no depende exclusivamente de la producción y la cantidad de ventas o transacciones. El equipo humano es igual o más importante para alcanzar las metas. Una empresa no depende de una sola persona, sino de un grupo de colaboradores que motivados y satisfechos trabajan de forma conjunta para lograr objetivos de desempeño y crecimiento. ¡Recuerda eso siempre!
Otros aspectos a considerar, dentro del desempeño interno, es el control y evaluación de la factibilidad. La factibilidad no es otra cosa la viabilidad de la estrategia. Es decir, sopesar las capacidades tanto tecnológicas como humanas que se tienen para alcanzar los objetivos propuestos. Controlar y evaluar también es una forma de dilucidar si podemos alcanzar las metas con las acciones propuestas o, si por el contrario, debemos ajustar las expectativas y los pronósticos. Si se demuestra la factibilidad de la estrategia, la evaluación y el control nos aseguran que se esté trabajando según el diseño estratégico.
Desempeño externo
El criterio del desempeño externo nos permite medir y comparar la operatividad y el entorno empresarial. Por ejemplo, cuál es el nivel de liderazgo operativo, de producción y oferta de la compañía frente a sus competidores. De igual forma, analizar al presente cuáles son las ventajas de la compañía. Verificar si ha logrado mantener o acrecentar ventajas anteriores. El desempeño externo ofrece conocimiento sobre cuáles son las competencias principales del negocio y si ha aprovechado o no las oportunidades. Además, revisar si aparecen nuevas tendencias que deben ser puestas en prácticas de forma oportuna. Finalmente, indica cuáles recursos son necesarios para aumentar el crecimiento y cómo deben distribuirse.
¿Quién ejecuta la evaluación y el control?
En algunos casos es la gerencia o directiva quien se encarga de llevar a cabo este proceso, así como el proceso entero de la planeación estratégica. También, dependiendo del tamaño de la organización puede designarse un personal especialmente dedicado a esta tarea. Sin embargo, el control y evaluación de la estrategia es un compromiso de todo el equipo de trabajadores.
Sin duda el papel de la gerencia es la del liderazgo. Esto porque cuentan con la experiencia y el conocimiento para llevar a cabo un proceso de esta índole. La gerencia estratégica tiene la responsabilidad y el compromiso de la toma de decisiones a gran escala. Sin embargo, el resto del personal es el encargado de poner en práctica los lineamientos de vienen desde la gerencia. Por ello, cada colaborador es importante al momento de crear la estrategia y evaluarla. Ellos pueden dar información de primera mano cuando algo no funciona según lo esperado en cada uno de sus departamentos o áreas operativas.
El control y la evaluación cuando se realizan de forma oportuna previenen a la gerencia de problemas que afectan a la empresa o posibles amenazas y riesgos. Asimismo, evitan que situaciones a las que se puede encontrar una solución se conviertan en problemas serios. Problemas irresolubles que lleven a la empresa a situaciones críticas o de fracaso.
¿Ya tienes preparado tu control y evaluación? No permitas que los cambios te agarren desprevenido. Si quieres saber mucho más sobre la creación y desarrollo de estrategias empresarial, no dudes en visitar nuestro blog.
muy buena información, gracias
Hola, Armida
Muchas gracias por tu comentario, esperamos que sigas sacando provecho de nuestro blog.
MUY BUENA INFO ME SIRVIO PARA MI TRABAJO
exelente gracias me a sido extremadamente util